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Mi experiencia como escritora novel


Por fin has terminado tu libro, tu mayor tesoro, en que has puesto tu corazón, tu alma, y has invertido una cantidad ingente de horas en investigar, escribir y corregir. ¿Y ahora qué?


Mecida por el viento fue escrito durante algo más de tres años con interrupciones y altibajos por el camino; algo normal cuando escribes por afición y no constituye tu actividad principal. Comenzó como un mero impulso personal del que disfruté conforme plasmaba mis ideas y pensamientos, y confieso la extraordinaria suerte que he tenido al verlo publicado. Ni yo misma lo hubiese imaginado en el mejor de mis sueños. Sin embargo, el camino no ha sido tan sencillo como aparentemente puede considerarse. Nada más acabarlo mi marido fue el que me impulsó a enviarlo a las editoriales, pero yo, desconfiando en mis propias posibilidades, no le hice caso. Mi objetivo no era ése; simplemente escribí para mí y quizás para mi familia, pero sin ninguna otra pretensión. Lo que hice fue entregarlo a mis hermanos y a unos pocos amigos íntimos para que me dieran su opinión. Y así quedó la cosa, con el libro “durmiendo en el cajón”, esperando su valoración.



Mi experiencia como escritora novel
Apenas sabía nada del mundillo editorial cuando comencé a enviar mi manuscrito, sin demasiadas pretensiones.

Para mi sorpresa los buenos comentarios no se hicieron esperar. Apenas sabía nada del mundillo editorial cuando comencé a enviar mi manuscrito, sin demasiadas pretensiones. Y mi sorpresa fue cuando, a los pocos días, empecé a recibir ofertas de editoriales de edición y/o coedición, a cuál más distinta, con comentarios como:

“Tras su lectura, nos ha parecido una historia romántica bonita y original, donde la música invade todo, lo que le da a la novela un carácter muy especial”

“El texto presenta una lectura entretenida, romántica, vivaz y bastante ágil. Un libro carismático con carácter propio, que sumerge al lector con facilidad entre sus páginas. Es inteligente y creativo. Un libro lleno de musicalidad en su estilo. Sumamente interesante, que consigue guiar al lector, gracias a su expresión, estructura y ambientación. Rico gramaticalmente y de gran fluidez en su interpretación y lectura.”

“Narrada en primera persona, la obra presenta una muy buena estructura y redacción. Prosa delicada, en ocasiones incluso con cierto matiz poético.  Continuas referencias musicales y religiosas. Su protagonista intenta buscar la luz tras «tanto dolor y oscuridad». ¿Lo conseguirá?”

"Mecida por el viento" es una propuesta interesante, una novela romántica tratada desde un prisma actual (un detalle muy interesante las conversaciones de WhatsApp) en la que la música tiene un papel fundamental. En cuanto a estilo, gramática y ortografía, es un manuscrito muy trabajado y cuidado.”

   

Cuando por fin me decidí por una de ellas, pedí un informe editorial cuyo resultado fue negativo. Es decir, a su juicio no era apto para publicarse con un contrato de edición como los de toda la vida; le faltaba mucho por pulir. En esos momentos recibí esta crítica como un jarro de agua fría después de las buenas sensaciones que hasta ese momento había cosechado. Eso hizo ponerme los pies en el suelo y bajar de la nebulosa en la que había vivido los últimos meses. Por otro lado, también me habían contestado algunas editoriales indicando, muy amablemente, que mi manuscrito no era acorde con su línea editorial.

Llegados a este punto empecé a trabajar en la autopublicación simplemente con la idea de ofrecerlo a aquellas personas que me lo estaban pidiendo, y por el simple gusto de verlo publicado. Existen miles de libros en el mercado y el mío es, sencillamente, uno más. Además, en mi mente no hacía más que rendir tributo a mi madre, que en su momento escribió una novela y que, desgraciadamente, está guardada en un cajón, sin haber salido a la luz.

Cuando el Grupo Planeta llama a tu puerta…

Cual fue mi sorpresa cuando un viernes, a medio día, recibí la llamada de Adelaida, la editora que dirige el sello Click Ediciones, del Grupo Planeta. Me quedé muda, sin saber muy bien que decir. Me estaba ofreciendo un contrato de edición, confiaba en Mecida por el viento y quería publicarlo. Cinco días atrás acababa de dar un adelanto económico a una editorial de autopublicación y tenía mi proyecto en marcha. ¿Qué hacer? Ella misma percibió mi estado de shock con tanta claridad que únicamente se ofreció enviarme el contrato y hablar más adelante, con total libertad.  ¡Qué profesionalidad la suya!

Y así empezó todo. Como anécdota contar que, en conversaciones posteriores mantenidas con ella, confesó que mi reacción le extrañó. Ahora entiendo que realmente no fue “lo esperado”, os podéis imaginar, cuando el Grupo Planeta llama a tu puerta…



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